Cuando las cosas se hacen bien es justo reconocerlo. Y el soporte técnico de Dell ha hecho las cosas bien.
El lunes tuve un problema con mi Dell Inspiron 530. O más concretamente, tuve un problema con la tarjeta gráfica de ese PC, una ATI Radeon 3650. El ventilador de la tarjeta empezó a sonar como si fuera a salirse de los ejes. No es que fuera un ruido ensordecedor, pero precisamente compré este Dell en su día porque sabía que era bastante silencioso y así había sido hasta el lunes, cuando el ventilador empezó a oirse desde la habitación de al lado. Consultando el problema con san Google, encontré algunas opciones: limpiar el polvo de la gráfica. Ok, así lo hice, pero la verdad es que estaba bastante reluciente y no creo que ese fuera el problema, aunque no llegué a limpiar con aire comprimido 🙂
Otra opción que al parecer funciona con algunas tarjetas es la de cambiar la potencia del ventilador. En las ATI puedes decidir cuándo quieres darle más revoluciones o menos (se supone que en función de la temperatura… para enfriar la tarjeta, revolucionar más el ventilador) Podemos ver la temperatura a la que está la gráfica así:
$ aticonfig –adapter=0 –od-gettemperature
Ahora que tengo una tarjeta nueva, la temperatura es de 55º. Cuando el ventilador estaba estropeado y a tope, la temperatura era de sólo 38º.
Puedes cambiar la velocidad del ventilador así:
$ aticonfig –pplib-cmd «set fanspeed 0 40»
para que el ventilador número 0 vaya al 40% de su potencia máxima.
El caso es que en la tarjeta vieja no había forma de parar el ventilador. Probé otras dos cosas antes de llamar al soporte técnico: actualizar el firmware de la BIOS de mi PC y actualizar los drivers de la gráfica. Nada, todo seguía igual.
El técnico de Dell (o de la empresa que tengan contratada) me atendió en perfecto castellano, con amabilidad y dirigiéndome por los pasos lógicos de diagnóstico. En cuanto vió qur ya lo había intentado casi todo me dijo que no había problema dado que tengo contratada una garantía por 2 años. Me vendría un técnico a cambiar la tarjeta por otra nueva. En cuanto colgué me llegó un email indicándome con un resumen cuál era el diagnóstico y que en breve me llamarían para fijar día y hora con el técnico. Eso fue un lunes por la tarde. El martes por la mañana me llamaron de Dell 🙂 Fijamos el viernes. Ayer viernes me llamó el técnico a las 9:30 para ver si me venía bien que se pasara hacia las 10. Perfecto. El técnico apareció a la hora acordada, con una ATI Radeon nueva. Sustituyó la vieja por la nueva en un periquete y se marchó. Vuelvo a trabajar con un PC silencioso.
Ya véis que no es nada del otro mundo: alguien ha hecho bien su trabajo. Pero es de agradecer al que así lo haga, y más en Agosto.
Casualidades de la vida, el mismo día que el soporte Dell me cambiaba la pieza, anunciaban que la idea FUD que Microsoft lanzó recientemente sobre que «los netbooks con Linux tienen una alta tasa de devolución por parte de usuarios insatisfechos» no tiene ni pies ni cabeza según sus propios datos. Según la propia Dell la tasa de devolución ni es alta ni es superior a la de devoluciones con sistema Windows.
Update: por cierto, que los comandos aticonfig, con la nueva tarjeta, funcionan a la perfección 🙂