La semana pasada recibí un email del tablón de anuncios digital de la universidad anunciando que la UPV/EHU ha llegado a un acuerdo con Microsoft, en virtud del cual, los alumnos, profesores y el personal administrativo podrán obtener software gratuito de esta compañía, bajo una licencia MSDNAA . Esa licencia viene a significar que: la universidad paga X en concepto de licencias y luego ese software se puede distribuir sin más coste entre el personal de la EHU.
Ya hablé en su día sobre esta táctica. Desde el punto de vista de Microsoft es perfecta: «regalamos» (ya he dicho que el regalo no es tal) licencias que de cualquier modo nos iban a piratear (quien no se lo crea que pase un día a hacer una encuesta por las cafeterías de las escuelas y facultades, preguntando a los usuarios de portátiles con Windows a ver de dónde han sacado la licencia). Además de que sacamos un beneficio económico directo, quedamos como los buenos de la película («¡tío! ¡que regalan el Windows 7»). Y lo que es más importante: sembramos una semilla que crecerá enormemente entre alumnado y profesorado.
Por otro lado, a pesar de lo que el usuario haya firmado, casualidades de la vida, los amigos de tus amigos son mis amigos: que nadie se vaya a quedar sin su copia de Windows, ¡por Tutatis!.
Por otra parte, dar «gratis» lo que antes era de pago ejerce una especial atracción entre las gentes. «¡Tonto el último que se haga con una copia!». Esto no afecta sólo al software; he visto a venerables ancianas – luciendo joyas- sacudirse por llegar a un bocata gratis. Curioso mundo éste.
Las huestes del software privativo obtendrán así un argumento más para seguir liando la manta y confundir con FUD del grueso: «pero si *mi* Windows también es gratis…», enredando en la misma madeja software libre con software gratis y apuntillando con ese «mi» como si tener derecho a usar algo por lo que alguien ha pagado fuera equivalente a tenerlo en propiedad. Obviamente nadie se ha leído la EULA correspondiente y por no saber, se desconoce hasta su significado (la encuesta por las cafeterías puede volver a servir como muestra)
Marketing gratuito. Simple y llanamente, un usuario acostumbrado a usar – y formado en – el software X, ¿qué creéis que recomendará a sus colegas de profesión, compañeros de trabajo, amigos y familiares? Exacto, recomendará lo único que conoce y repito, lo único en lo que ha sido formado. El argumento que nos repetirán hasta la saciedad es: «pongamos el software privativo X y el software libre Y que consideramos equivalente en el PC del usuario y que sea éste quien elija el mejor». Parece, a primera vista, un argumento razonable, pero parte de un enunciado, a mi juicio, contradictorio: NO hay uno que sea técnicamente mejor que el otro, de ahí que los consideremos equivalentes. De hecho, ¿qué es «ser mejor»? Yo podría considerar mejor, ante iguales funcionalidades, aquél cuyo código fuente estuviera disponible para su estudio y mejora de forma libre, pero otro usuario podría considerar mejor aquel software capaz de integrarse con SharePoint (dios nos libre).
En general, el usuario, que no es tonto, ante la disyuntiva de quedarse con un producto X que conoce y controla y otro Y equivalente que ni conoce ni controla, ¿con cuál de los 2 cree el lector que se quedará? Le da igual que uno sea libre, amarillo o colorado. Elegirá lo mejor para él, sin entrar a considerar lo que sería mejor para todos en general (alguien dijo «nosotros no somos tan guays y chachipirulis como vosotros del software libre», lo que traducido viene a decir: «hasta ahora hemos usado MS, seguimo usando MS y en el futuro lo seguiremos haciendo. Pagamos las licencias religiosamente, nos va bien y no nos da la santa gana de pensar a largo plazo. ¿Dependencia tecnológica? Sí, ¿y qué? Mientras haya dinero para pagar, un problema menos que tengo, mejor seguir como hasta ahora».
IMHO, no es éticamente correcto aceptar estos regalos (licencias MSDNAA) envenenados. Son caballos de Troya. La sociedad los pagará, y bien caros, a medio/largo plazo. Pensad en ello antes de sacudirme porque con mis comentarios se corre el riego de que os quiten vuestro tesoooooroooo «gratuito». No caerá esa breva.