10 plazas y 9 días para SLUN08


Quedan 9 días para que el próximo jueves 6 de Noviembre se celebre en Donostia la I Jornada sobre Software Libre en la Universidad, SLUN’08. Nos quedan sólo 10 plazas por asignar para llenar el evento, así que si estás pensando en apuntarte, hazlo pronto 🙂 Recuerda que si eres estudiante de la Facultad de Informática de Donostia, recibirás 1 crédito de libre elección.

Ya hemos hablado varios bloggers sobre este evento, aquí [txipi], aquí [el blog de Iban Nieto, ponente de SUN] aquí [DiarioLinux], aquí [Sustatu]…

Personalmente, todas las ponencias me parecen interesantes: OpenBravo, SUN, Irontec (sobre Asterisk), localización de OpenOffice.org (Dooteo/Zundan) y de Firefox (Julen/Librezale), proyectos de SW Libre de distintas universidades (EHU, Deusto, Mondragón, Salamanca, UNED…), la charla de Iñaki Alegría sobre los beneficios especiales que el SW Libre puede traer a Euskal Herria…

Otros detalles que merece la pena reseñar son el que en la organización nos hemos agrupado UPV/EHU, Mondragon Unibersitatea y Universidad de Deusto – Deustuko Unibertsitatea (como ya se hizo para la organización de la MoodleMot del año pasado, si no recuerdo mal). Por otro lado, contamos con presencia del rectorado UPV/EHU para inaugurar la jornada : Cristina Uriarte, vicerrectora del Campus de Gipuzkoa, y Xabier Arrieta, vicegerente TICs. Además, desde vicegerencia TICs nos ha apoyado desde el primer momento (asumiendo parte de la organización y gastos), cosa que es de agradecer.

Lo dicho, esperamos llenar, y sólo nos quedan 10 plazas para conseguirlo… ¡espero verte el día 6!

DropBox: la solución a los problemas de sincronización

Hay días en los que descubres aplicaciones que sabes que no dejarás de usar a partir de entonces. Creo que es la mejor crítica que se le puede hacer a cualquier producto software: «lo uso a diario». DropBox es una de esas aplicaciones. Pero vayamos a la «chicha», a lo concreto. ¿Para qué sirve DropBox? Para mantener sincronizados los archivos de una carpeta entre distintos ordenadores. Vale… de nuevo, ¿para qué sirve DropBox? 🙂 Ok, veamos algunos casos de uso: estoy trabajando en el PC de casa, sobre un documento que mañana tendré que seguir retocando en el PC de mi despacho. Cuando termino la sesión en el PC de casa, hasta ahora tenía 3 opciones: enviármelo por correo (a mí mismo) para, al día siguiente recogerlo en el PC del trabajo. No está mal, sirve como backup… hasta que un día, tras terminar a las tantas de la mañana en el PC de casa, se te olvida enviártelo por correo. Shit!

Segunda opción: lo pasas a un lápiz USB. Interesante, y también sirve, salvo que te olvides, como antes.
Esas dos opciones combinadas, además, tienen una pega: casa-despacho-casa-despacho… trasiego de versiones y ficheros, por correo y por lápiz USB, hasta que un día te preguntas: ¿dónde está la bolita más nueva? En el correo o en el lápiz USB… en qué lápiz? (tengo 3) ¿en qué versión, la que pone última.odt o la que pone final.odt? 🙂
Tercera opción: un poco geek, pero interesante, consiste en usar un sistema de control de versiones, tipo CVS o Subversion. Así sabrás siempre cuál es la última versión y podrás «moverte en el tiempo» sin problemas… salvo cuando se te olvide, a las 3am, hacer un commit. Ah! si eso ocurre, al día siguiente estarás «tocado y hundido».
Otra pega de esta tercera opción es que si no tienes conexión y trabajas sobre un fichero del repositorio, cuando vuelvas a tener conexión deberás de acordarte de hacer commit, porque «sólo» no se va a hacer…

Todo los escenarios anteriores sirven para ilustrar la simplicidad de DropBox para resolver el problema. Lo instalas, te identificas, y empiezas a trabajar con tus ficheros sobre una carpeta llamada ~/dropbox (que puedes cambiar si así lo deseas). Cada vez que guardes un fichero en esa carpeta, automáticamente, sin que hagas nada, se realizará un commit contra el servidor DropBox.

Es decir, se guardará una copia de tu fichero en remoto; conservando las versiones anteriores, por si en algún momento dado quisieras volver atrás en el tiempo. Todo de forma transparente. Cuando mañana vayas a tu despacho, en la carpeta DropBox de tu PC tendrás la última versión que tocaste en casa. Sin tocar nada. Magia.

DropBox es multiplataforma: funciona en Linux, MacOSX y Windows. Es un servicio gratuito, hasta 2GB. A partir de ahí, lógicamente tendrás que pagar por el servicio. El almacenamiento de los ficheros realmente se hace contra la nube S3 de Amazon, por lo que la disponibilidad se supone total.

Más magia: puedes compartir tus ficheros. Puedes decidir que ciertas personas tienen que poder acceder a determinada carpeta. Todo lo que dejes ahí se sincronizará con tus colegas. Cuando ellos dejen algo (o modifiquen algo), verás que tu carpeta compartida recibe los cambios instantáneamente.

Si hubiera conflicto entre versiones se marcan como ocurre en CVS o Subversion: en DropBox se le añade al nombre de los ficheros en conflicto información sobre quién tocó esa versión y con cuál se está pegando, para que el usuario sepa que tiene que decidirse por una o por otra. Por ejemplo Fulanito se baja la versión X de un fichero y empieza a editar. Mientras, Menganito se baja la misma versión X y empieza también a editar. Ahora Fulanito sube su versión. Cuando Menganito suba la suya, se podría producir un conflicto, si la zona cambios se solapa.

Por otra parte, si has editado un fichero en DropBox mientras estabas sin conexión, no pasa nada. Cuando la aplicación detecte que vuelve a haber tráfico, se sincronizará contra el servidor central y éste repartirá los cambios (si es necesario) entre las carpetas de los clientes «apuntados» a esa carpeta DropBox.

Tenemos también la posibilidad de compartir cualquier fichero vía web: botón derecho sobre el fichero, extraer URL para compartir. Esa URL la podremos dar a nuestros contactos para que a través del navegador puedan acceder a dicho fichero.

Otro detalle más (¿se nota que me gusta la aplicación? 😉 : los deltas entre dos versiones de un fichero son lo único que se envía cuando éste cambia. Es decir, si tengo un fichero de X MB y sólo he cambiado un bit, no se envían X MB + 1 bit, sino únicamente el bit cambiado (seguramente habrá algo más de contexto, pero creo que se coge la idea)

DropBox tiene más detallitos que hacen de su uso una delicia de experiencia, pero creo que con lo que he dicho ya es más que suficiente como para que lo probéis.

En Linux, la instalación es trivial: basta con que te bajes el paquete binario para tu distro y hagas doble click sobre él para instalarlo. Dios… nos están acostumbrando a no pensar 😉 Si no te fias de binarios que carga el diablo, siempre puedes bajar el paquete con el código fuente y realizar el conjuro adecuado. De todas formas, que nadie se haga demasiadas ilusiones: tenemos el código fuente del plugin DropBox para Nautilus bajo GPL, pero es una «simple» capa de comunicación contra el daemon dropboxd que corre en segundo plano y que es software privativo. Por no haber no hay ni documentación del protocolo entre plugin y daemon… salvo el código fuente.

Una vez instalado DropBox, lo más sencillo es que cierres la sesión y la vuelvas a abrir (técnicamente valdría con abrir una terminal y reiniciar nautilus con el comando killall nautilus, pero si usas Compiz se te puede quedar frito el escritorio, por lo que no cuesta nada cerrar sesión – que no es lo mismo que reiniciar, oiga – )

En cuanto lo instales, verás el iconito de la caja azul en el panel superior (al lado del reloj, parte derecha).

Y en Nautilus, verás una carpeta nueva ~/Dropbox:

Todo lo que guardes en esa carpeta se sincronizará contra el servidor DropBox. Cuando te conectes (usando la misma cuenta) desde otro ordenador, la carpeta ~/Dropbox (o en Win, ~/Mis Documentos/DropBox) obtendrá la última versión, automágicamente, de todos tus ficheros, sin mover un dedo.

Marketing Open Source : técnicas y consejos

En InitMarketing.tv han empezado a recopilar la opinión, en vídeo (con transcripciones) de varias personalidades del mundo opensource hablando sobre distintos temas relacionados con el marketing de aplicaciones de código abierto.

Entre algunas de las entrevistas ya disponibles se encuentran las de Bruce Perens hablando sobre el mercado de la larga cola (long tail) del open source, Oliver Nachtrab (hablando sobre el marketing de SuSE y Open-Xchange) y Florian Effenberger, hablando sobre marketing de OpenOffice.org.

En el futuro, se espera contar con Fabrizio Capobianco de Funambol, y Stormy Peters, empleada de la fundación GNOME.

Cómo cuidar la batería de tu portátil

A colación de este post, he recibido muchas sugerencias y consejos sobre los cuidados que una batería de portátil debería de recibir. Uno de los más completos, a modo de comentario de Ochoto (miembro de DiarioLinux.com), que me ha parecido tener la suficiente entidad como para promocionarlo «a portada» 🙂 Nos cuenta lo siguiente:

La mejor manera de conservar una batería es no hacer demasiados ciclos de carga y descarga. Las baterías modernas disponen de indicadores de carga completa de manera que las podemos dejar continuamente conectadas sin problemas.

Eso si, conviene revisar el consumo de energía de nuestro portatil para que no se queme la batería en los ratos que no está conectada a la corriente. Para esto lo mejor es usar powertop, que nos indica los procesos que están evitando que la cpu entre en modo de ahorro de energía.

Mi batería tiene 3 años y aún se encuentra bastante jovial 🙂


root@cometa:/home/xos/Downloads/pt/powertop-1.10# cat /proc/acpi/battery/BAT1/info
present: yes
design capacity: 4300 mAh
last full capacity: 3175 mAh
battery technology: rechargeable
design voltage: 14800 mV
design capacity warning: 430 mAh
design capacity low: 129 mAh
capacity granularity 1: 301 mAh
capacity granularity 2: 3870 mAh
model number: BATCL50L
serial number: SMBAT
battery type: LiON
OEM info: SONY

Los mejores consejos para cuidar las baterías de cualquier dispositivo los podéis encontrar en “battery university”.

Otro consejo que me dió otra persona, y que antes no llevaba a cabo y ahora sí es simplemente el quitar la batería del portátil cuando tengo un enchufe a mano. Es decir, quito la batería, conecto el portátil a la red eléctrica y trabajo así.
La cuestión es que no te olvides que ahora estás sin batería… o sea, que no se te ocurra sacar el cable de alimentación alegremente 😉 Y una pregunta que lanzo: ¿es «peligroso» (para el portátil) meter la batería cuando éste está conectado a la red eléctrica y estás trabajando con él? (quiero decir, ¿aconsejáis apagarlo primero (por alguna razón de peso, no «por si acaso», o es inocuo el conectarle la batería «a lo bestia»?)

¿Quién está usando mis disco?

Suelo trabajar por las noches con el portátil. El silencio y la tranquilidad son buenas aliadas del estudio y el trabajo. El DELL D820 es un portátil bueno y silencioso… hasta que a algún proceso le da por empezar a juguetear con el disco duro. Ris, ras. Ris, ras. Ris, ras. Así cada segundo. Al final es como la gota de agua de un grifo con pérdidas: toc… toc… toc… Para volverte loco. O igual es que estoy muy tiquismiquis. El caso es que quería saber quién era el culpable de este ruidito de marras (aparte de que tener el disco duro en uso cada segundo no tiene que ser precisamente bueno para un portátil…) Lo primero que se me ha ocurrido ha sido parar tracker, beagle, updatedb o similares. Nada, el ruidito de marras en el disco sigue oyéndose. Lo siguiente ha sido empezar a matar procesos que yo creía culpables. Nada, he acusado a inocentes. Veamos… ¿qué tal con el comando top? No vale, no hay columna que indique actividad de disco. Ris, ras, ris, ras, ris, ras.

¿No hay un top pero para medir la actividad de disco de cada proceso? ¡Sí! Pero hay que instalarlo aparte. Se llama iotop, y es una joyita que no conocía (y que me ha hecho seguir trabajando en tranquilidad, sin ruiditos).

La instalación, tras descomprimir, es sencillita:

$ sudo python setup.py build
$ sudo python setup.py install
$ iotop

Paz. Por cierto, el culpable del ris-ras era Tomcat. A saber por qué rascaba tanto el disco, pero iotop se ha chivado y un kill -9 ha hecho el resto 😉