Trabaja con Gmail Offline

Uno de las quejas más comunes de los usuarios de Gmail es que no podías repasar tus mensajes de correo cuando estabas offline. Hasta hoy, Gmail acaba de publicar una versión con soporte Google Gears que permite descargar todo tu nuevo correo cuando dispones de conexión para trabajar con él cuando no la tienes. La nueva versión está desplegándose a través de Gmail Labs desde hoy mismo (paciencia para los que aún no nos ha llegado 😉

Una vez instalado el plugin Google Gears, Gmail cacheará tu email de tal forma que cuando detecte que te has quedado sin conexión, puedas seguir leyéndolo, respondiendo a mensajes, buscando texto, poniéndole estrellas o etiquetas. Cuando vuelvas a recuperar la conexión a Internet otra vez, enviará todos tus mensajes. Esta es exactamente la forma de funcionamiento de Gmail en los teléfonos móviles con Android, pero hasta ahora en la versión de escritorio no existía esa posibilidad. Si antes me quedaba alguna duda para usar Gmail ahora ya se me están terminando… 😉

Fuente: Tech Crunch

DropBox: la solución a los problemas de sincronización

Hay días en los que descubres aplicaciones que sabes que no dejarás de usar a partir de entonces. Creo que es la mejor crítica que se le puede hacer a cualquier producto software: «lo uso a diario». DropBox es una de esas aplicaciones. Pero vayamos a la «chicha», a lo concreto. ¿Para qué sirve DropBox? Para mantener sincronizados los archivos de una carpeta entre distintos ordenadores. Vale… de nuevo, ¿para qué sirve DropBox? 🙂 Ok, veamos algunos casos de uso: estoy trabajando en el PC de casa, sobre un documento que mañana tendré que seguir retocando en el PC de mi despacho. Cuando termino la sesión en el PC de casa, hasta ahora tenía 3 opciones: enviármelo por correo (a mí mismo) para, al día siguiente recogerlo en el PC del trabajo. No está mal, sirve como backup… hasta que un día, tras terminar a las tantas de la mañana en el PC de casa, se te olvida enviártelo por correo. Shit!

Segunda opción: lo pasas a un lápiz USB. Interesante, y también sirve, salvo que te olvides, como antes.
Esas dos opciones combinadas, además, tienen una pega: casa-despacho-casa-despacho… trasiego de versiones y ficheros, por correo y por lápiz USB, hasta que un día te preguntas: ¿dónde está la bolita más nueva? En el correo o en el lápiz USB… en qué lápiz? (tengo 3) ¿en qué versión, la que pone última.odt o la que pone final.odt? 🙂
Tercera opción: un poco geek, pero interesante, consiste en usar un sistema de control de versiones, tipo CVS o Subversion. Así sabrás siempre cuál es la última versión y podrás «moverte en el tiempo» sin problemas… salvo cuando se te olvide, a las 3am, hacer un commit. Ah! si eso ocurre, al día siguiente estarás «tocado y hundido».
Otra pega de esta tercera opción es que si no tienes conexión y trabajas sobre un fichero del repositorio, cuando vuelvas a tener conexión deberás de acordarte de hacer commit, porque «sólo» no se va a hacer…

Todo los escenarios anteriores sirven para ilustrar la simplicidad de DropBox para resolver el problema. Lo instalas, te identificas, y empiezas a trabajar con tus ficheros sobre una carpeta llamada ~/dropbox (que puedes cambiar si así lo deseas). Cada vez que guardes un fichero en esa carpeta, automáticamente, sin que hagas nada, se realizará un commit contra el servidor DropBox.

Es decir, se guardará una copia de tu fichero en remoto; conservando las versiones anteriores, por si en algún momento dado quisieras volver atrás en el tiempo. Todo de forma transparente. Cuando mañana vayas a tu despacho, en la carpeta DropBox de tu PC tendrás la última versión que tocaste en casa. Sin tocar nada. Magia.

DropBox es multiplataforma: funciona en Linux, MacOSX y Windows. Es un servicio gratuito, hasta 2GB. A partir de ahí, lógicamente tendrás que pagar por el servicio. El almacenamiento de los ficheros realmente se hace contra la nube S3 de Amazon, por lo que la disponibilidad se supone total.

Más magia: puedes compartir tus ficheros. Puedes decidir que ciertas personas tienen que poder acceder a determinada carpeta. Todo lo que dejes ahí se sincronizará con tus colegas. Cuando ellos dejen algo (o modifiquen algo), verás que tu carpeta compartida recibe los cambios instantáneamente.

Si hubiera conflicto entre versiones se marcan como ocurre en CVS o Subversion: en DropBox se le añade al nombre de los ficheros en conflicto información sobre quién tocó esa versión y con cuál se está pegando, para que el usuario sepa que tiene que decidirse por una o por otra. Por ejemplo Fulanito se baja la versión X de un fichero y empieza a editar. Mientras, Menganito se baja la misma versión X y empieza también a editar. Ahora Fulanito sube su versión. Cuando Menganito suba la suya, se podría producir un conflicto, si la zona cambios se solapa.

Por otra parte, si has editado un fichero en DropBox mientras estabas sin conexión, no pasa nada. Cuando la aplicación detecte que vuelve a haber tráfico, se sincronizará contra el servidor central y éste repartirá los cambios (si es necesario) entre las carpetas de los clientes «apuntados» a esa carpeta DropBox.

Tenemos también la posibilidad de compartir cualquier fichero vía web: botón derecho sobre el fichero, extraer URL para compartir. Esa URL la podremos dar a nuestros contactos para que a través del navegador puedan acceder a dicho fichero.

Otro detalle más (¿se nota que me gusta la aplicación? 😉 : los deltas entre dos versiones de un fichero son lo único que se envía cuando éste cambia. Es decir, si tengo un fichero de X MB y sólo he cambiado un bit, no se envían X MB + 1 bit, sino únicamente el bit cambiado (seguramente habrá algo más de contexto, pero creo que se coge la idea)

DropBox tiene más detallitos que hacen de su uso una delicia de experiencia, pero creo que con lo que he dicho ya es más que suficiente como para que lo probéis.

En Linux, la instalación es trivial: basta con que te bajes el paquete binario para tu distro y hagas doble click sobre él para instalarlo. Dios… nos están acostumbrando a no pensar 😉 Si no te fias de binarios que carga el diablo, siempre puedes bajar el paquete con el código fuente y realizar el conjuro adecuado. De todas formas, que nadie se haga demasiadas ilusiones: tenemos el código fuente del plugin DropBox para Nautilus bajo GPL, pero es una «simple» capa de comunicación contra el daemon dropboxd que corre en segundo plano y que es software privativo. Por no haber no hay ni documentación del protocolo entre plugin y daemon… salvo el código fuente.

Una vez instalado DropBox, lo más sencillo es que cierres la sesión y la vuelvas a abrir (técnicamente valdría con abrir una terminal y reiniciar nautilus con el comando killall nautilus, pero si usas Compiz se te puede quedar frito el escritorio, por lo que no cuesta nada cerrar sesión – que no es lo mismo que reiniciar, oiga – )

En cuanto lo instales, verás el iconito de la caja azul en el panel superior (al lado del reloj, parte derecha).

Y en Nautilus, verás una carpeta nueva ~/Dropbox:

Todo lo que guardes en esa carpeta se sincronizará contra el servidor DropBox. Cuando te conectes (usando la misma cuenta) desde otro ordenador, la carpeta ~/Dropbox (o en Win, ~/Mis Documentos/DropBox) obtendrá la última versión, automágicamente, de todos tus ficheros, sin mover un dedo.

Mozilla Weave: servicios web para el usuario móvil

weave-logo.jpgMozilla Labs lanzó el pasado lunes Weave, una nueva herramienta quer permitirá guardar online los perfiles de cada usuario Firefox. A modo de resumen, podríamos decir que Weave consta de un framework que ofrece al usuario la posibilidad de almacenar todos sus detalles de perfil, como bookmarks, configuraciones del navegador, passwords, etc. en un servidor de la fundación Mozilla, de tal forma que cuando el usuario cambie su localización (por ejemplo, pasa de conectarse en casa a conectarse en el trabajo), pueda recuperar y mantener un único perfil en uno y otro ordenador.

Dos puntos muy interesantes al respecto de Weave:
* en futuras versiones, está previsto ofrecer la posibilidad de compartir la información guardada, de tal forma que sea posible, por ejemplo, planificar un viaje de vacaciones a la India entre varias personas (compartimos los enlaces que nos interesan sobre este viaje, recortamos imágenes que también compartimos, …)
* la funcionalidad de Weave será exportada a través de servicios Web, de tal forma que sea posible construir sobre esta herramienta nuevos servicios y utilidades (al igual que ocurrió con las extensiones Firefox).

Puedes informarte más al respecto descargando la beta 1 de Weave (sólo disponible para Firefox 3 beta2), o bien leyendo los casos de uso previstos.

Online-Desktop: lo mejor de la web + lo mejor del escritorio

180px-big_board_desktop_with_task_switcher.pngEsta semana he estado estudiando un proyecto Open Source que va a publicar su primera versión en breve (en la próxima versión de Fedora Linux 8, prevista para el 8 de Noviembre) y que me ha dejado K.O.. Es el proyecto Online-Desktop . Y me ha dejado patidifuso porque:

1) hasta hace una semana, no lo conocía! (y creo que va a dar mucho de lo que hablar)
2) creo que va a ser el FUTURO del escritorio (he pensado varias veces esta frase, y sigo creyendo en ella)
3) es un proyecto muy relacionado con el desarrollo Web por una parte y con el desarrollo del escritorio por otra (y en concreto por el desarrollo de escritorios open-source)
4) En general, toda persona con uso intensivo de Internet que conozco está siguiendo el mismo camino: abandona las aplicaciones de escritorio progresivamente para echarse a los brazos de las aplicaciones online (Gmail vs. Outlook/Thunderbird, GCalendar vs. Outlook, Google Docs vs. Office/OpenOffice, del.icio.us vs. Favoritos, servicios gratuitos de almacenamiento online vs. el uso del propio disco duro). Las aplicaciones online nos permiten editar al mismo tiempo, desde dos sitios distintos el mismo documento y nos permiten también la gestión de versiones y acceso universal al documento en el que trabajamos desde cualquier sitio, aunque seamos los únicos «usuarios» de ese fichero. No obstante todavía vemos que el uso de hojas de cálculo o documentos es más ágil a través de la aplicación instalada en el PC que a través de la aplicación web. Lo mismo ocurre con la agenda (está muy bien Google Calendar, pero queremos que nos salte la alerta de evento en nuestro PC, independientemente de si tenemos abierto el navegador o no).

El proyecto Online Desktop tiene como objetivo integrar el escritorio (PC) con todos los recursos online de la Web (no me gusta poner 2.0, porque el futuro de Online Desktop va más allá). Desde el login único (me identifico en el sistema una única vez, cuando arranco el ordenador, y nunca más: todos los servicios online que quiera usar están al alcance, e integrados entre sí, sin tener que hacer login en ninguno de ellos – el sistema lo hará por mí) hasta la integración completa de datos PC-WEB (ejemplo: el visor de fotografías de mi sistema operativo, tiene acceso transparente a una carpeta Flickr. Aparentemente es una carpeta como las demás, y así funciona, pero en realidad, es una pasarela online al servicio web Flickr de almacenamiento de fotos. Lo mismo para la visualización de vídeos. Lo mismo ocurrirá cuando quiera abrir o guardar cualquier documento: una de las carpetas se llamará GoogleDocs, estará integrada con el sistema operativo, y funcionará como una carpeta maś, pero por debajo, es una pasarela contra el servicio GoogleDocs. Ídem para el calendario y las tareas.)

Y lo que es más importante: NO ES VAPORWARE. Hay ya una prueba de concepto implementada, como se puede ver en este vídeo:

http://questionsplease.org/online-desktop.ogg

Más información aquí: http://online-desktop.org/wiki/Online_Desktop

¿Algún lector de DiarioLinux ha probado ya BigBoard, el panel lateral experimental de GNOME integrado con el servidor OnlineDesktop?