Los retos que plantean en Geek Puzzle son demasiado adictivos para alguien con pasión por la informática. Hay que contenerse durante el día para no sucumbir a intentar conquistar la solución. Ser disciplinado y aguantar hasta la noche. Ahí ya eres libre para coger tu taza de café, tu papel y boli, y comenzar a pensar en qué escurridizo, enfermizo, demencial algoritmo has de seguir para alcanzar el objetivo que el Puzzle plantea. El puzzle #4, ha estado robándome horas de sueño desde el domingo a la noche. Encontrar la vía de penetración en un sistema del que lo desconoces todo y sabes que salvo el puerto de referencia todo lo demás está cerrado a cal y canto es demasiado atractivo como para dejarlo pasar si una de tus aficiones, o hobby, o trabajo, es la seguridad informática. No hay nada tan bueno ni tan malo como que tu trabajo sea además tu hobby. Nunca desconectarás… Y si una vez superado ese reto, consigues entrar, comunicarte con esa máquina como el autor del puzzle pretendía, obtienes como respuesta otro reto aún si cabe más complejo, ya no puedes parar. Has pasado la mitad del puente, la segunda mitad no puede ser tan compleja como para darte la vuelta ahora… hay que seguir. Hasta que consigues llegar casi hasta el otro lado… y te das cuenta de que la mente del creador del reto 4 de Geek Puzzle debe de ser parecida a la de éste otro amante de los puzzles 😉 Sí, una última prueba, un último esfuerzo… es lo que te pide para poder dormir tranquilo esta noche. Y por supuesto, mientras haya café, lo seguiremos intentando 😉
Vas pisándole los talones a Kachakil para adelantarle vas a tener que resolver los siguientes retos antes que él, y ganarle por el factor tiempo, porque vais empatados en puntuación… ¿dormir?, ¿quién dijo dormir? 😉
Ese «noseque» que tantas horas de sueño nos ha robado y sigue robandonos cada noche. Que aunque estando en ello resulta a veces cansino, siempre de alguna forma se vuelve a morder el anzuelo y volvemos 😀
Aprendiendo de las canciones del verano:
«…no es amooooooorrrr, lo que tu sientessss se llama obsesioooooonnnn…»
Dios, no he podido evitarlo.
Solo y sin azucar por favor.